La noche esta soberbia y mis carillones rabian ahí afuera. El viento no deja de moverlos desde prácticamente la mañana. Erik hace tiempo que subió de los sótanos de la opera y tras la "Lira de Apolo" mira o mejor busca algo o alguien que sabe jamas volverá a ver pasar allá abajo.
Pero ahora no tiene miedo a enfrentarse a los rayos de sol.
Por el momento el viento y la lluvia lo harán mas llevadero.